viernes, 30 de abril de 2021

BICENTENARIO DE LA BATALLA DE NASCA

 

BICENTENARIO DE LA BATALLA DE NASCA

 

Wilfredo Gameros Castillo

 


El año pasado fui invitado como representante de Nasca al organismo cívico: Patriotas del Bicentenario de la Independencia del Perú.


El jueves 15 de octubre me correspondió exponer vía Zoom sobre la Batalla de Nasca y quedé estupefacto cuando visualicé que también estaba programado el señor Juan Quispe para exponer la batalla de Changuillo. Esa supuesta batalla de Changuillo no existió: la inventó el diputado Agustín Bocanegra por Ley 11634; ciento treinta años después de la triunfal Batalla de Nasca, proeza militar a la que Changuillo pretende infructuosa y groseramente suplantar.

Los expositores y la audiencia del evento fue internacional.

Inició las exposiciones de ese día el historiador militar argentino capitán Jorge Deniri que, aún antes de pronunciar una palabra de su exposición, hizo respetar la historia: omitió  palmariamente a Changuillo en un mapa – cronograma que presentó sobre las acciones armadas de las fuerzas argentinas. 


El capitán Jorge Deniri expuso magistralmente la Campaña Militar del general José de San Martín en el Perú. Describió la campaña del teniente coronel Manuel Rojas Argerich, señalando los hechos de armas de Nasca y Acarí: omitió terminantemente a Changuillo. La Batalla de Nasca la calificó como el Primer Encuentro Armado de la Independencia, describiendo que doscientos cincuenta soldados argentinos al mando del teniente coronel Manuel Rojas Argerich derrotaron al coronel Manuel Químper y sus setecientos realistas. El suceso de Palpa –expuso–, fue un tiroteo y el de Acarí la captura de un convoy realista por los cazadores del teniente Juan Vicente Suárez, dos días antes vencedor en la Batalla de Nasca.  

       El señor Juan Quispe expuso la inventada batalla de Changuillo sin mencionar lo imprescindible al exponer una batalla: no refirió que instituciones históricas culturales reconocen ese encuentro armado, no comentó historiador que la avale ni describió parte de batalla que la fundamente, tampoco mencionó obra donde se trate su evento o al menos se mencione.

Cuan perdido se sentiría Juan Quispe, sabiendo que fueron argentinos los soldados que vencieron en la Batalla de Nasca, tal vez le atormentaba la audiencia masiva al evento de historiadores, militares y público  argentinos que lo presencian atónitos, pues a ellos no les puede vender la batalla inventada.   

Finalmente, en su extravío, muy suelto de huesos, Juan Quispe expresó: “Me invitaron a exponer la batalla de Changuillo, y aparecen Palpa y Nasca que no existieron. Como protesta: renuncio a Patriotas del Bicentenario de la Independencia”.  

       Expuse la Batalla de Nasca: Desde la partida de los patriotas desde Ica, hasta el ataque y triunfo el día 14 de octubre de 1820. Describí el ataque desde el inicio en la Plaza de Nasca, con persecuciones de los despavoridos soldados realistas que huyeron por los caminos que van al Sur  (Arequipa) y a la Sierra (Lucanas). Expuse en base a 1) Los dos partes de batalla del teniente coronel Manuel Rojas, 2) La felicitación del general San Martín por el triunfo por la Batalla de Nasca, enviada de Pisco a Nasca, 3) Las opiniones del año 1950 del  Centro de Estudios Histórico Militares e 4) Instituto Sanmartiniano del Perú, donde ambas comunican al Congreso de la República: “la Batalla fue en Nasca y no en Changuillo” y 5) El expediente de la Ley 11634 o Ley Batalla de Changuillo, que obtuve en el Archivo del Congreso de la República. Los cinco documentos mencionados los ofrecí a la audiencia en mi Blog:  wgameros.blogspot.com

lunes, 22 de febrero de 2021

CAHUACHI: LA OTRA BATALLA DE LA INDEPENDENCIA EN NASCA

 

CAHUACHI: LA OTRA BATALLA DE LA INDEPENDENCIA EN NASCA

Por: Wilfredo Gameros Castillo

Era en 1821 Gobernador y Comandante Militar de Ica  el teniente coronel Juan de Santalla, español odiado por infame, cruel, violador y asesino. El siguiente bando que expidió explica la aversión a su persona: "Comandancia general del Sur. Los habitantes de este valle, dentro del perentorio y preciso término de cuatro horas, presentarán, en casa del señor Marqués de Campoameno, trescientos caballos o mulas suyas, tomándolas de cualquiera persona que las tenga, sin excepción alguna, en inteligencia que, no verificándolo dentro de dicho término, serán irremisiblemente pasados por las armas, quemadas y taladas sus haciendas, pasadas a cuchillo sus familias. Ica, y las diez de la mañana de hoy, 19 de julio de 1821.- Firmado.- Juan de Santalla".(*)     

En la Segunda Campaña sobre Pisco e Ica, el coronel Guillermo Miller desembarcó en Paracas el 1º de agosto de 1821 con 963 hombres y avanzó velozmente sobre Ica en pos de Juan de Santalla. Este, al enterarse, en el acto emprendió la fuga, antes “dijo a voces al pueblo reunido en la plaza que, de saber que un solo individuo habíase puesto en comunicación con el jefe insurgente, quemaría la ciudad y pasaría a cuchillo a hombres, mujeres y niños.”  

Juan de Santalla y sus 180 jinetes fugaron velozmente al Sur, llegando a Palpa donde se detuvieron a descansar. El 5 de agosto el coronel Guillermo Miller ingresó a Ica con 60 infantes y 10 jinetes, todos montados, siendo recibidos con entusiasmo por la población.  Enrumbaron al Sur los patriotas, al anochecer del día 6 acamparon en el desierto de Huayurí: “para precaverse del grande rocío, cada soldado excavó una especie de sepultura profunda, y se metió en ella, echándose después arena encima del cuerpo, y dejando la cabeza solo afuera, la cual envolvían en su poncho. Enterrados en vida, todos durmieron tan bien como sin descansaran en un lecho de pluma”. Ingresaron la noche del día 7 a Changuillo para luego continuar su marcha hacia Palpa sin perderles el paso a los realistas; tan eficaz fue el acecho que el día 8 los atacaron en Coparí, en la sierra de Palpa, causándoles algunos muertos y tomando 80 prisioneros; Santalla y los que consiguieron salvarse continuaron su fuga a la sierra. Al tener noticias que los patriotas regresaban a Ica, deciden los realistas dirigirse a Nasca, para desde allí, continuar la fuga tomando la ruta hacia Arequipa.

La noticia recibida por Juan de Santalla de que el coronel Guillermo Miller ha retornado a Ica, es cierta sólo parcialmente: él jefe patriota con parte de su tropa se han retirado a Ica; pero a fin de batir a Santalla ha dejado una pequeña columna  de “23 jinetes al mando del sargento mayor Marcelino Carreño y el capitán José María Plaza”. Éstos dos oficiales y su reducida tropa avanzaron hacia Nasca al acecho de Santalla y sus fuerzas. Por adhesión a la Patria y la decisión de contribuir a liberarse del yugo español, “pobladores de la región mantienen noticias exactas de la marcha de sus contrarios”; así, los espías nasqueños informan a los jefes patriotas que: El escurridizo “Santalla pernocta en Cahuachi, a tres leguas al noroeste de Nasca.” Cahuachi fue, con un conjunto de templos, pirámides y plazas, la capital del poder político y religioso del Reino Nasca.

Los realistas se habían instalado a dormir en un amplio corral, y Santalla y algunos oficiales se cobijaron aparte, con caballos frescos ensillados y con las riendas a mano. “En la noche del diez de agosto los patriotas sorprendieron a los realistas en Cahuachi”1 cuando los realistas dormían y por cansancio también dormían sus centinelas, el sargento mayor Carreño y sus hombres que habían llegado sigilosamente, les dispararon descargas de fusilería, dejándoles 12 muertos, y otros tantos heridos, además de 70 prisioneros. Juan de Santalla y los que se alojaron aparte con él, con las riendas del caballo a mano emprendieron la fuga al primer disparo.

Al término de esta Segunda Campaña sobre Pisco e Ica,  el coronel Guillermo Miller nombró “comandante militar de Nasca al sargento mayor Marcelino Carreño, adiestrando  cuerpos de infantería y caballería”. 2

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(*) Las fases que van entre comillas y sin anotación especial, corresponden a:

Historia de la Emancipación del Perú: el Protectorado  TOMO V    pp.  405 438

1  LUIS GUZMÁN PALOMINO.  El coronel Santiago Marcelino Carreño, libertador de Chile y el Perú, héroe olvidado de la Campaña de Ayacucho.    p. 2

2  Historia de la Emancipación del Perú: el Protectorado  TOMO VI     p. 307

 

 

 

jueves, 17 de diciembre de 2020

Congresista excluye la batalla de Changuillo

 Diario Correo, 13 octubre 2020

Congresista excluye la batalla de Changuillo



         El pasado 6 de agosto, el Congresista de la República, Gilbert Alonzo, presentó un proyecto de ley para que los hechos históricos que se suscitaron en esta parte del país durante la gesta emancipadora sean puestas en valor, bajo el nombre de “La ruta de los Libertadores” donde están considerados el Combate de Palpa, la Batalla de Nasca y de Acarí.

         Sin embargo, no ha sido considerado la batalla de Changuillo.

         El alcalde del distrito de Changuillo, Abelardo Hernández Quispe ha rechazado dicho proyecto y protesta por la exclusión, pues considera que ese proyecto presentado por Gilbert Alonzo es atentatorio contra la historia real de lo que sucedió.

         Ha presentado una nota de protesta ante el Congreso de la República, para que ese proyecto de ley no prospere menos sea aprobado y que se haga una investigación más exhaustiva de los hechos históricos.

Según el historiador Juan Guillermo Quispe Quispe, asegura que si existen documentos sobre la batalla de Changuillo. “La batalla se realizó en el lugar denominado Pampa de Changillo, lugar donde está actualmente asentado el distrito. Porque ignorar éstos hechos, que se cuente la historia  tal cual como sucedieron los hechos”, dijo.                                                                         

“No podemos quedarnos de brazos cruzados y quedarnos callados. Somos parte de la historia y de los hechos históricos que sucedieron en Changuillo”, comentó el alcalde y aseguró que el parlamentario Alonzo recibió documentación d la batalla de Changuillo.

martes, 27 de octubre de 2020

LA BATALLA DE NASCA EN DOCUMENTOS

 

Escribe. Wilfredo Gameros Castillo

Mi Blog: wgameros.blogspot.com   contiene los informes del año 1950 del Centro de Estudios Histórico Militares e Instituto Sanmartiniano del Perú, en ambos documentos informan al Congreso de la República que: la Batalla fue en Nasca y no en Changuilllo. También contiene el Expediente de la Ley 11634, donde diputados ignaros omiten los impecables informes de esas entidades eruditas en Historia y, groseramente los  diputados incultos toman un documento de la Batalla de Nasca y en contra de la Historia le agregan dos veces la frase: (se refiere a Changuillo) y así creen inventar la batalla de Changuillo. También pueden ver en éste Blog los dos Partes de la Batalla de Nasca que firma el teniente coronel Manuel Rojas Argerich con la data: Nasca, 15 de octubre de 1820. Un Parte de Batalla registra en las primeras líneas: ”El enemigo acaba de ser completamente derrotado del modo más ignominioso, sorprendiéndolos a las cinco de la tarde de ayer por entre las calles de éste Pueblo”. Está claro: la Batalla fue el día 14 y fueron destruidos los realistas que huyeron en pánico hacía la sierra y al Sur. Changuillo celebra una batalla el día 15; día cuando los realistas huyen despavoridos por las rutas de Lucanas y Arequipa, mientras que los patriotas descansan plácidamente en Nasca, y deciden al día siguiente: “reunirse este vecindario para elegir una autoridad y renunciar a la dominación del Rey”, es decir, Nasca Juró la Independencia el 16 de octubre de 1820.

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Nota 1: En wgameros.blogspot.com se accede a los documentos mencionados en este artículo.

Nota 2: Las frases entre comillas pertenecen a los Partes de la Batalla de Nasca.

jueves, 1 de octubre de 2020

BICENTENARIO DE LA BATALLA DE NASCA

 

14-10-1820   BICENTENARIO DE LA BATALLA DE NASCA    14-10-2020

 Por: Wilfredo Gameros Castillo

  

       Placa conmemorativa colocada en Nasca de la Comisión del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, como homenaje al 150º Aniversario de la Batalla de Nasca.

          VEINTIOCHO días después que desembarcara la Escuadra Libertadora del general José de San Martín  en la Bahía de Paracas, el general Juan A. Álvarez de Arenales ocupó Ica; el jefe militar realista de Ica coronel Manuel Químper huyó con sus tropas hacia el Sur. Antes de iniciar la Campaña de la Sierra, era imprescindible destruir a Químper para evitar represalias  a los iqueños.

        El 12 de octubre el general Juan A. Álvarez de Arenales despachó en persecución de Manuel Quimper, una subdivisión de 250 hombres al mando del segundo jefe de la División de la Sierra: teniente coronel Manuel Rojas Argerich. A las 8:00 de la noche, luego de cruzar el desierto de Huayurí, llegó a la Encrucijada, donde se bifurca el camino a Palpa y Changuillo; por precaución toman el camino Changuillo. Al amanecer del 14 de octubre, la División patriota “se posesionó de la hacienda del Changuillo y paró allí toda la División para hacerla descansar”: El jefe patriota “con un oficial, cuatro soldados y un práctico se adelantaron a reconocer por las inmediaciones; y a media legua hacia Palpa encontraron un cargamento custodiado por más de 50 negros y hombres armados; informaron éstos al jefe patriota que 12 soldados y un oficial quedaban de vigías en Palpa, que ignoraban la venida de los patriotas,  y que Químper y sus tropas habían salido dos días antes” hacia Nasca.

Manuel Rojas decide atacarlos en Nasca: “apura la comida de la tropa, y cuando la caballería tomó sus caballos y la infantería sus mulas aparejadas o en pelo, la División inició la marcha a trote largo desde Changuillo a Nasca: tres leguas restaban en esa jornada también de despoblado y sin agua”.

“Al aproximarse al Pueblo, convencido de que ya estaban sorprendidos, entraron por las calles al galope con solo 80 hombres  de caballería, mandados por los capitanes Juan Lavalle y Federico Brandsen, separando los  30 restantes al mando del teniente Vicente Suárez, para cortarles la retirada de ese Pueblo por el camino que va a Arequipa. Serían las cinco de la tarde cuando ocupé la Plaza que no habían del todo abandonado y sin detenerme seguí adelante, comenzando los ganaderos a acuchillarlos indistintamente desde donde alcanzamos su retaguardia, hasta una legua que dispuse regresásemos por comenzar a obscurecer”. El “capitán Juan Lavalle avisa que persigue a Químper que huye con dirección a la Lucanas”.

Caen muertos cuarentaiún realistas, los prisioneros son incontables.

 “El enemigo acaba de ser completamente derrotado del modo más ignominioso, sorprendiéndolos a las cinco de la tarde de ayer por entre las calles de éste pueblo. Mañana a las ocho debe reunirse éste vecindario para elegir una autoridad y renunciar a la dominación del Rey”. Escribe el teniente coronel Manuel Rojas Argerich y firma en sus dos partes de batalla: “Nasca 15 de octubre de 1820”.(Al inicio registró: Ayer 14 derrotamos a los realistas)

-Las frases entre comillas del artículo son de los Partes de la Batalla de Nasca.

          -Partes de la Batalla de Nasca están disponibles en el Blog: wgameros.blogspot.com


 

 

 

 

sábado, 13 de junio de 2020

EL COMBATE Y VICTORIA DE NASCA

Diario Noticias.   Nasca, 4 de Setiembre de 1948

EL COMBATE Y VICTORIA DE NASCA

Alberto Casavilca Curaca  (1)

"El Historiador de Ica"

Al actual departamento de Ica, le tocó en suerte ser el primero en recibir la acción libertadora del General D. José de San Martín, y dentro de su territorio le correspondió al Partido de Nasca, la gloria de ser teatro del primer triunfo alcanzado por los patriotas chilenos y argentinos, en la gran campaña de la emancipación peruana.
Después del desembarco de la Expedición Libertadora en Paracas y proclama del “Primer Día de la Libertad del Perú” en Pisco, rotas las hostilidades por San Martín el 4 de octubre de 1820, dio orden inmediata de que partiese la División del General Arenales a batir a los realistas, que a la hora del desembarco se habían retirado a Ica, debiendo salir la Expedición con sigilo y lo más rápido posible, para alcanzarlos de sorpresa, y concibiendo el temor de que lo supieran los españoles, se pusieron en marcha en la tarde del 5, para amanecer en Ica, cumpliéndose su presentimiento, pues ya éstos habían fugado hacia Palpa.
Entre tanto, San Martín que desde Pisco estaba en comunicación con los patriotas iqueños, envió un pliego anunciando que marchaban los patriotas, por lo que al desocupar Ica las fuerzas realistas, se reunió el Cabildo de la Ciudad, se pronunció por la Revolución y salió en unión del pueblo a abrazar a sus libertadores, en la mañana del 6 de octubre.
Arenales hace descansar en el día a sus tropas para ordenar en la noche la persecución de los realistas. Para lo que destacó al teniente coronel Rufino Guido con su escuadrón, quién viajó toda la noche por los arenales atravesando el desierto de Huayurí, cuya extensión es de 14 a 16 leguas, sin agua ni recurso alguno, hasta llegar a Palpa, de donde se regresó a Ica, en la convicción de que los fugitivos habían seguido su corrida hacia Nasca. Por tercera vez se habían escapado los realistas de manos de los libertadores.
Nada mas grandioso que el entusiasmo y la fe en el triunfo que abrigaban estos prohombres, y como se alentaban mutuamente. Arenales, desde Ica, le dice en carta a San Martín: “Si, mi General, con mi cargamento me batiré aunque sea con el mismo demonio, envalontenaré a los pueblos y acreceré la fuerza que debe hacer respetar nuestros ejércitos y poner en terror a los enemigos. No hay porque acobardarse, la victoria ha de ser nuestra, a pesar de la falsía: adelante, adelante, adelante mi general, y no hay cuidado”.
No menos era la vehemencia y ardor de los iqueños, que clamaban por que cuanto antes se batiesen a los españoles refugiados en Palpa. El mismo General Arenales dejó testimonio de esa actitud escribiéndole a San Martín: “Como los enemigos con la poca fuerza que les ha quedado se detuvieron en Palpa, distante 24 leguas de aquí, ha clamado este vecindario (y con razón), por que se envíe una fuerza capaz de destruirlos, o al menos de arrojarlos para las largas travesías hacia Arequipa”… motivo por el que este general destacó a la División Expedicionaria del teniente coronel Manual Rojas, doliéndose del sentimiento que pudiera causarle a su Jefe, con la demora en Ica, lo cual se colige de la misma carta, cuando expresa: “A fin de lograr el golpe completo como necesitamos, y no dejar este infeliz vecindario con la soga al cuello, como quedaría si el enemigo pueda regresar sobre él después de mi salida, como es probable, y creo en los sentimientos de usted causaría el mayor dolor, atendiendo a la sinceridad y buena fe con que esta gente se ha portado”.
Pero como tres veces las fuerzas realistas del coronel Manuel Quimper se habían burlado de los patriotas sin presentarles batalla, concibieron éstos el plan de cortarles la retirada, yendo a posesionarse más al Sur, para caerles de sorpresa por retaguardia, reposando confiados en las avanzadas que habían destacado sobre el camino a Palpa, caminos que han [he] explorado personalmente para darme cuenta de los movimientos estratégicos sobre el mismo campo de operaciones. El plan surtió el más grande de los éxitos, y para mayores detalles, voy a transcribir la forma como da cuenta del combate, el mismo General San Martín, al Ministro de Guerra de Chile:
“Con el objeto de dejar en completa seguridad al vecindario de Ica y prevenir que la fuerza de Quimper volviese sobre este pueblo, luego que nuestra división siguiese a su destino, dispuso el coronel mayor Arenales que el teniente coronel Rojas con 80 caballos e igual número de infantes marchase hasta Nasca, donde según noticias contestes [constantes] permanecía el enemigo con cuanto pudo salvar en su fuga. Para que esta operación tuviera el éxito deseado, era necesario que se efectuase por sorpresa; de otra manera no era factible que la tropa de Quimper se dejase ver de nuestros soldados”.
El 12 salió el Teniente Coronel Manuel Rojas dirigiendo su marcha por desiertos extraviados, llegó el 15 a Changuillo, 3 leguas a retaguardia del enemigo. La confianza que tenía este en sus avanzadas situadas en el camino de Palpa, hizo que nuestra pequeña división se aproximase al pueblo de Nasca sin ser sentida. Entonces dispuso el comandante de ella que los valientes capitanes Lavalle y Bermúdez ([2]) y el teniente Suárez de la escolta, entrasen con la caballería al gran galope, mientras avanzaba la infantería.
La confusión y el desorden fue igual a la sorpresa; y los enemigos abandonaron la plaza a la velocidad del miedo; fueron perseguidos y acuchillados hasta una legua del pueblo. El camino por donde emprendieron su fuga, quedó sembrado de cadáveres y heridos. Quimper abandonó a sus soldados, y según afirma uno de sus oficiales prisioneros, la única orden que dio al verse atacado fue que le siguiese la caballería. La fuerza del enemigo por la relación de los mismos enemigos ascendía a más de 600 hombres, de ellos se han tomado 6 oficiales, y 80 soldados de línea, fuera de un gran número de milicianos. Los muertos y heridos pasan de 50. También han quedado en nuestro poder 300 fusiles, un crecido número de tercerolas, fornituras, sables y lanzas, con todos los equipos de la división.”
Tal fue el combate de Nasca, el 15 de octubre de 1820,([3]) en el que 160 hombres inflamados de un ardor patriótico infundido por la mas santa de las causas, la libertad de un continente, desbaratan en pocos instantes a una fuerza regular de 600 soldados, sin atreverse éstos a presentarles batalla a los patriotas, inseguros y como avergonzados de la causa que defendían con tan poco valor”.
El conocido historiador chileno Gonzalo Bulnes dice acerca de este hecho de armas: “No fue una batalla, ni merece siquiera el nombre de encuentro. Fue una matanza de hombres inermes por la fuga y el espanto.
El coronel Quimper y el Conde de Montemar escaparon de la persecución, figurando entre una de las acusaciones que los jefes españoles hicieron al Virrey Pezuela para destituirlo, el haberle confiado al inepto y cobarde Quimper la defensa de tan importante región como la de Ica que dejó abandonada a los patriotas.
Para hacer más completo el triunfo, el teniente coronel Rojas, destacó desde Nasca, al teniente Vicente Suárez con una partida de cazadores a caballo, que marchase con toda rapidez, a apoderarse de los bagajes del ejército realista. En la misma noche del 15, partió el destacamento venciendo las dificultades de la inmensa pampa de Tunga, llegando a las dos de la tarde a Acarí y apoderándose por sorpresa de 100 cargas de pertrechos de guerra, y equipaje que habían sacado los realistas de Ica.
Así fue como la victoria de Nasca, la sonrisa del primer triunfo de las armas patriotas, acarició el alma del General San Martín y de sus soldados libertadores, dejando una página de gloria para el Ilustre Prócer Argentino, para su esforzado ejército, para la legendaria tierra de Nasca y para el Departamento de Ica.
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NOTAS de:Wilfredo Gameros Castillo

(1) Alberto Casavilca, el más grande historiador de Ica, también sostuvo que la Primera Batalla de la Independencia del Perú sucedió en el pueblo de Nasca.

(2) Bermúdez: es una equivocación mencionarlo. Se le confunde con el francés capitán Federico Brandsen, quién si participó en la Batalla de Nasca al mando de 40 jinetes.

(3) La Batalla de Nasca fue el 14 de octubre de 1820, se le suele confundir como que sucedió un día después, porque en el Parte de Batalla, el victorioso jefe argentino teniente coronel Manuel Rojas registra: Nasca, y Octubre 15 de 1820. Pero, al observar las primeras líneas de ese extenso Parte de Batalla se lee: "El enemigo acaba de ser completamente derrotado del modo más ignominioso, sorprendiéndolos a las cinco de la tarde de ayer por entre las calles de este Pueblo". Se firma el Parte de Batalla el 15 de octubre, y se escribe: los derrotamos ayer. Es obvio la Batalla de Nasca fue el 14 de Octubre, fecha que consideran, el Centro de Estudios Histórico Militares y el Instituto Sanmartiniano del Perú.

martes, 26 de mayo de 2020

NASCA: EL PRIMER ENCUENTRO ARMADO DE LA INDEPENDENCIA


Diario La República  22 de julio de 1997 


NASCA: EL PRIMER ENCUENTRO ARMADO DE LA INDEPENDENCIA

Por: Wilfredo Gameros Castillo

         VEINTIOCHO días después que desembarcara la Escuadra Libertadora del general José de San Martín  en la Bahía de Paracas, el general Juan A. Álvarez de Arenales ocupaba Ica.  El jefe militar realista de Ica coronel Manuel Químper rehusó el combate, huyendo apresuradamente con sus tropas hacia el Sur. Previamente al inicio de la Campaña de la Sierra, era imprescindible destruir a Químper y sus cosacos por dos motivos: evitar que las fuerzas realistas regresaran a ejercer represalias  a los patriotas iqueños que en masa se habían plegado a los independentistas, y en segundo lugar, este primer triunfo debía ser el cimiento para el prestigio del Ejército Libertador ante el pueblo peruano.
         El 12 de octubre de 1820, el general Juan A. Álvarez de Arenales envió de Ica hacia el Sur, en persecución de las fuerzas realistas del coronel Manuel Quimper una subdivisión de doscientos cincuenta hombres al mando de su segundo y a la vez Jefe de Estado Mayor Divisionario: teniente coronel Manuel Rojas Argerich. “Al amanecer del 14 de octubre, la partida de avanzada se posesionó de la hacienda del Changuillo e inmediatamente paró allí toda la División para hacerla descansar un par de horas. Pusiéronse luego en marcha a trote largo; diez leguas restaban en esa jornada  también de despoblado y sin agua.(1) A una legua de distancia del pueblo de Nasca”, Rojas decidió el ataque sorpresivo: “entrar por las calles al galope con solo 80 hombres  de caballería, mandados por los capitanes Juan Lavalle y Federico Brandsen, separando los  treinta restantes al mando del teniente Vicente Suárez, con el objeto de cortarles la retirada de ese pueblo en la dirección del camino a Arequipa”. Eran las cinco de la tarde cuando a la voz de ataque de los oficiales y al toque de degüello  de la banda de clarines, “comenzaron a acuchillar” y sablear a los soldados realistas; la dispersión ignominiosa y la fuga desesperada de éstos deja atrás una carnicería, adelante les espera lo mismo. Suárez, que forma a sus hombres en la salida Sur del pueblo, los recibe con un muro de fuego de fusilería, luego las lanzas y los sables. Químper y sus setecientos cincuenta hombres  son derrotados totalmente, él y unos pocos han conseguido escapar. Caen muertos cuarentaiún realistas, los prisioneros son incontables.
“El enemigo acaba de ser derrotado por entre las calles de éste pueblo. Mañana a las ocho debe reunirse este vecindario para elegir una autoridad y renunciar a la dominación del Rey. Nasca 15 de octubre de 1820”, escribe satisfecho, en su parte de batalla, el teniente coronel Manuel Rojas Agerich. Los hijos de Nasca celebran la victoria con toda clase de manifestaciones y regocijos y se placen en atender a los soldados de la Patria con cuanto está a su alcance y preparan alborozados para el día siguiente ser de los primeros pueblos peruanos en jurar la Independencia.
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(1) El despoblado sin agua que transitan, es el desierto de las Líneas de Nasca, que se encuentra en la ruta de Changuillo a Nasca.
Nota 1- Las frases entre comillas de éste artículo, pertenecen a los Partes de la Batalla de Nasca.
Nota 2- Los Partes de la Batalla de Nasca están disponibles en el Blog: wgameros.blogspot.com